Todo el mundo ha escuchado alguna vez que lavar el cabello con agua fría tiene muchos beneficios, y así es, uno de los principales motivos de usar agua fría es que los poros se cierran y eso ayuda que tu cabello no se deshidrate tan fácilmente, lo cual provocará que tu pelo se vea fuerte, brilloso y con menos frizz, además de reducir el volumen del cabello para que luzcá más denso. Si deseás un cabello más hidratado y suave, lavarlo con agua fría siempre será tu opción correcta. También puede tener algún inconveniente y es que si tienes un cabello muy fino se recomienda que evites los baños con agua muy fría ya que puede provocar la pérdida de volumen de tu melena.
El agua fría estimula también la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que puede promover el crecimiento del cabello y la salud general de este.
Evitar el agua muy caliente ya que aumenta la porosidad del cuero y se deshidrata el cabello haciéndolo más débil y que sea más fácil que este se rompa.
Pero es cierto que no todo es malo ya que al estar más dilatados los poros del cabello se vuelve una excelente opción para aplicar shampoo y otros producto y que se absorban con mayor velocidad y eficacia.
Mi consejo, hacer un primer lavado con agua calentita para que absorba mejor los productos y aclarar con agua templada, seguido de un último lavado que aclararemos con agua fría para que cierre nuestro poro, aplícalo y me cuentas, pero estoy segura que notarás una mejoría increíble muy pronto.
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